Las sociedades cooperativas aportan principios y valores a nuestra sociedad que funcionan con criterios de responsabilidad social.
En estas empresas cada persona tiene un voto con independencia del capital aportado.
Las personas que trabajan en la cooperativa son al mismo tiempo las que dirigen la empresa (socias de la cooperativa).
Ponen en manos de los trabajadores y trabajadoras los medios de producción.
Tienen valores que promueven un cambio de modelo económico basado en la democracia y la participación.
Representan la aplicación práctica del bien común a la economía.
Son empresas sensibilizadas con el entorno en el que desarrollan su actividad.